Bueno, finalmente quedamos eliminados. Cuando arrancó el mundial no había mucha fe en la selección, pero el fútbol es asi, la pelota entra varias veces, festejamos y el cerebro se nubla, la adrenalina recorre el cuerpo y nos hace sentir todopoderosos, finalistas, campeones.
La realidad es que estamos lejos de eso, Alemania -agradezco- juega como me gusta, y no de a ratos, todo el tiempo, con jugadores exquisitos y torpes, prevalece la idea. Me encanta una selección como esta de Alemania, opacando a Brasil y España, que anduvieron/andan bien. (escribo corriendo el riesgo de que el campeón sea otro, pero no importan los resultados)
Pero hoy no quiero escribir para decir esto porque ya pasó, lo pensé mucho, MUCHO, Mucho, y finalmente lo pude digerir. No tiene sentido raspar le herida para hacerla sanar de nuevo.
Hoy lo que quiero es iniciar una campaña:
Para que la selección cambie hay que iniciar una reforma desde lo más profundo, pero es imposible que esto suceda si no cambia todo en la AFA. Don Julio tiene que retirarse. Aún asi no tenemos nada seguro, pero sería el comienzo de una reforma.
Lamentablemente el poder que tiene Don Julio sobrepasa los resultados deportivos, por lo que no lo vamos a ver renunciando de un momento para el otro, no va a dejar el sillón de Viamonte si no es con las patas para adelante.
Propongo empezar a acelerar este momento, cómo? Empezando a darle pequeños sustos a Don Julio, que ya es un hombre grande de salud frágil.
Por ejemplo, si venis con el auto y lo ves cruzando, en lugar de frenar 30 metros antes, frenale finito...
Si tenes que darle un estudio médico, en lugar de que lo haga tu secretaria, llamalo a tu oficina, y mientras espera llamá a tu secretaria para pedirle que no te molesten por un rato...
Si tenés que pilotear el avión que lo trae de Sudáfrica, pegate unas piruetas, o hace caer las máscaras de oxigeno...
Se entiende, no?
Se les ocurre algún otra cosa que se pueda hacer?
1 comentario:
Que tal si le mandamos una torta gigante a la AFA y de adentro de la torta sale Gonzalo Bonadeo. Se muere seguro!
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