martes, 17 de enero de 2012

El sueño del copyright

Durante el verano de 1963 se produjo uno de los discursos más trascendentales en la historia del siglo XX. Martin Luther King Jr. ubicado frente al Monumento a Lincoln en la ciudad de Washington se dirigía a la multitud que formaba parte de la Marcha por el trabajo y la libertad. Asi, el ganador del premio Nobel de la paz compartió sus ideales acompañados de una prosa movilizadora. Las palabras "Yo tengo un sueño" forman parte de varias generaciones que lucharon por la igualdad, forma parte de la historia, pero hoy toda posibilidad de compartir el material necesita el consentimiento de EMI.


Su trabajo es la expresión de un hombre que ayudó a transformar la sociedad, hasta el día de hoy sus palabras siguen inspirando al mundo. Asegurar que las palabras del Dr. King tengan la misma protección y el mismo derecho a compensación que otro material con derechos de autor es una gran responsabilidad.

Estas fueron las palabras de Roger Faxon, CEO de EMI, en 2009 cuando la empresa se hizo con los derechos de distribución del discurso de King en un arreglo con la familia por una suma no especificada. En los meses posteriores a este arreglo, los primeros pasos de la compañía músical fueron los de censurar todo tipo de distribución online que no fuera acordada con ellos, entiéndase videos de YouTube.

De discurso con trascendencia histórica a producto con copyright. Es normal que los discursos políticos más relevantes se produzcan en un contexto público. Sería lógico además, tras la repercusión que obtuvo, que el de discurso "Yo tengo un sueño" tenga la mayor difusión posible. Sin embargo, la oportunidad de reclamar derechos de autor sobre la obra surge desde la definición del marco donde se produjo la jornada.

Tras el asesinato del Dr. King su esposa y sus hijos pasaron a reclamar los derechos de todo el material generado por su padre. Ellos tomaron las riendas en el litigio con CBS por el material realizado esa tarde en Washington. Como en tantos otros casos relevantes de juicios de derecho de autor, los beneficiarios de dicha disputa son únicamente los herederos del autor.

La corte de apelaciones encargada del caso definió que el discurso de Martin Luther King Jr. no constituyó una manifestación al público en general sino que constituyó una transmisión privada dirigida a medios de prensa. De esta manera la potestad de cobrar una licencia por publicación quedó en manos de la familia del líder americano, sea para educación, arte o cualquier otro tipo de material televisivo. El juicio se definió con un arreglo entre las partes.

Una vez con los derechos Dexter King, director de The King Estate, fue parte fundamental en la sociedad formada con EMI para explotar el material generado por la figura política.

EMI tiene mayores posibilidades de ayudar a The King Estate´s preservando, perpetuando y protegiendo el gran legado de Martin Luther King Jr.

La polémica por los derechos de este discurso es algo que lleva más de 20 años, sin embargo, tiene absoluta vigencia en la actualidad. SOPA y otros intentos por regular la difusión de material bajo derechos de autor lleva a pensar cuales son los límites de la propiedad intelectual y la manera en que compartimos la cultura. ¿Qué pensaría Martin Luther King Jr. sobre esta situación? Acaso no sería parte de su sueño que su manifestación contra la discriminación fuera escuchada por millones de personas en lugar de miles.

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